Fernando de Lira

NINFA DE LAGOS AMARILLOS

 

Ninfa de lagos amarillos

figura alambicada

por manos alfareras,

sentí que bebías otros tragos

que otros soles

secaron a la distancia.

Carnes jugosas...

aplacaron tu bulimia diaria

¡Cuéntame nieve dura,

cuéntame experiencia sana!

¿Qué ocurrió cuando se fue la noche

y llegó tarde el alba?

Sequé por un momento

mi lágrima clara,

tendido en la hierba

y observando la calma.

¿Quién puede acelerar las horas

por mí en este día,

en que la pena abusa

de mi resistencia humana?

... Trozas en cubos la nieve

y la derrites con mi esperanza...

Y esos tragos de raras marcas

que acaloran tu cuerpo por dentro,

los recordarás en tu vida

al igual que las bestias recuerdan

cuando con fuego

un día las marcan.

Deja que escriba esta revancha hermosa

sin plumas, sin tinteros, sin escritorios

solo en la hierba y a la luz del alba...

pues \"comparo tus ojos a las tundras sureñas\"

porque los siento fríos y lejanos

fijos como focos de trenes

que molestan a la distancia

en la noche leve.

Déjame que cante a tu pelo claro...

como las espigas de mi campo,

como las espigas más rubias del potrero del sur

de aquellas que brillaban al sol de Enero

y que siendo hermosas y granadas

las segábamos al tiempo de la cocecha.

Tus brazos los reuerdo...

como piezas de raulí tornado

por el mejor tornero de Ñuble,

aquel viejo de barbas blancas

que tornara ruedas para mí

en la infancia.

Tus labios rojos...

eran como corales de campo

eran como fogatas de scouts

en la noche veraniega...

y serán más rojos...

cuando brote de ellos sangre.