Marc Tellez Gonzalez

Hoy te confieso.

Quiero decirte una cosa.

 

Tú sabes como es esto del amor.

 

Cuando los sentimiento salen y no se pueden controlar, golpeando el alma y corazón, como grandes olas en las rocas dejando su caricia de mar, su humedad de cielo.

 

Hablar del amor es complicado y más cuando uno lo siente, lo vive y determina, por ese ser que se ve en todo momento del día, en todo momento de cualquier pensamiento posible y, suceden cosas imaginarias de lo que a un no existe, cosas que van perdíendose en cada día sólo por no hablar y callar en triste miedo.

 

Aún así paso de frente, no pasa nada de lo que se siente y, continuamos en caminos diferentes, tú hacia el infinito cielo yo, hacia la profunda noche de mi silencio.



Intento hacer canciones para que me escuches, versos para que me sientas y, reflexiones para que me entiendas, como el gran poema que alguien te escribe.

 

¡Más no puedo!

 

Y me pierdo, caminando sin rumbo, sin sentido de ti, sin la nada de lo que aún no pasa, de lo que espero y aún no he dicho.

 

¿Por qué no puedo dar ese pequeño paso que es tan enorme?

 

Porque siempre existirán aberraciones en la vida de un hombre.

 

Espero que mi verso toque tu alma, cuando en las hojas de mis letras sepas por primera vez que existe un hombre que hoy te escribe a corazón abierto.

 

Sabré que en algún momento del infinito tiempo, sino me amas, te acordarás de mi, porque en ti ya están pedacítos de mi alma y razón de lo que hoy te digo, de lo que hoy escribo y, de lo que hoy nunca pude decir. 

 

Hoy que lo sabes, podrás hacerme a un lado y, hacer de cuenta que jamás existí para ti, dándome el profundo olvido de lo que no sucedió, de lo que no significa ni tiene sentido.

 

Podrás tomar lo que hoy te ofrezco, dejando correr los cuentos y hadas de una historia que hoy nos toca escribir, porque sabré ser digno y puro de ti, de tus encantos, de tu frescura, de esa dulzura que guarda tu rostro, de eso que espero sentir en tus manos de cielo.

 

Hoy es lo que quiero decir, ya que hoy sabré por fin la respuesta, y hoy; podré ser lo que tu corazón decida, ser felizmente de tu dulce paraíso, o simplemente ese hombre que vive en silencio, eternamente enamorado y en espera de ti...

 

-Marc Téllez González-