Aslan

Mi Mujer

Te impones ante una ciudad,

muestras tu grandeza y majestad,

tus cerros altos,

semejantes a senos resplandecientes

resaltan, brillan, prevalecen.

 

 

Aquel que no note tu grandeza es por ceguera,

es por... tonto, eso no tiene otro nombre...

 

La ciudad se siente protegida por ti,

por tus árboles, por tus quebradas, por tu bondad.

 

Exaltarte no basta:

tengo que cuidarte, mimarte, consentirte,

darte lo que te mereces, porque si, te lo mereces,

mereces elogios, halagos y homenajes.

Mereces que te cuidemos, que te protejamos, mereces que vivamos para ti.

 

Definitivamente no hay palabras para describir lo deslumbrante que eres,

lo benévola y majestuosa que te presentas.

 

Eres tu, mi Ávila, mi Waraira, mi Repano, mi Mujer...