La miel de la dulzura llama a la puerta del total éxtasis; pero no encuentro tu mirada...
Extraviando tu deseo más animal...
¡mi animal ansia!
eternamente espera..,
sabiendo que llegará pero;
no llega.
La lluvia cae en la normalidad, en la calma, con apatía, en la desgana...
Cae, casi sin querer, automáticamente, lentamente, como la manzana cae del manzano, en una tarde sin viento.
El río, espera la gran tormenta
que llene de agua
su cuerpo sediento,
Pero nunca llueve,
y cuando lo hace...
son escasas gotas;
Desganadas aparecen,
como lágrimas derramadas
Sin motivos...
sin argumentos ninguno.
Sin nadie ni nada a quien llorar,
Sin ojos,
sin cara,
sin lágrimas,
sin nada.
Amanece aquella tarde morada,
Con anhelos sin sentido,
¿Para qué he de anhelar?
Pregunté al lucero que me escuchaba...
Escondido tras los silencios,
Sin imagen, en la nada.
Sin respuestas ni preguntas,
Vuelvo a soñar entre tus brazos,
Olvidando de nuevo mi olvido...
Me olvidé hasta de olvidar.
Sólo Amar es mi camino.