Poemas de Pepita Fernández

EL PARQUE DEL AMOR

He dejado una huella en tu cuello
de besos, como llovizna de alba,
y mi sonrisa llegaba como campanas
en su tañir de la  alborada.

 

El alba sorprendió una estrella,

que se quedó en silencio colgada,

mirando como tú me amabas.

 

Mientras el sol abría hendijas

en la brisa que enamorada

en las esquinas remolineaba.

 

 

Tus ojos negros de manso mirar

me bebían en aquellos mis versos,

que remontando nuestros vuelos,

que por ti fueron a buscar.

 

 


Fue ese Parque el fiel testigo
de dos almas, que bajo su abrigo,
vencieron la distancia
y se juntaron para amar.