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¡Qué frio siente el corazón!,
y es el equinoccio que cambió,
y veo la flor de mi invierno,
sentada a la orilla de mi jardín,
y la tengo ya alrededor de un listín,
que es para talar como a un árbol,
¡ay!, ¿qué hare yo si la cortan de raiz?,
¿sangraran sus espinas por herirla?,
como sangra de dolor la vírgen,
y la flor de mi invierno, ¿qué fría esta?,
al palpar sus pétalos de rosa,
se tornan a violeta marchita,
por su época tan indeseada,
la flor de mi invierno, ¿qué cerca estas?,
de perder la vida en una estación,
y has nacido por vivir en desolación.
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