surana

Caminante

 

Caminante

 

Pasos, que se apresuran...

hacia una carretera incierta.

Entre tanto, se detiene el caminante

para observar lo confuso de su trayecto.

 

Percibe que ya ha oscurecido,

y comienzan a  aparecer

las primeras luces en el firmamento.

Le envarga la nostalgia...

 

Al ver que no ha llegado a ningún lado,

sólo la fe ciega, lo impulsa a seguir.

de pronto!, una mano amiga lo sujeta,

le dice: no tengas miedo, estoy a tu lado.

 

Juntos haremos más llevadero el camino,

-sonrie-, y dentro de su pecho 

se asoma la alegría de la espera.

Espera que se traduce en un consuelo

a su alma agobiada por tanto andar.