FELINA

ENTRE REMIENDO Y ZURCIDO TU LAS LETRAS ME ENSEÑABAS

 






Linda abuelita

de cabellos platinados,

entre remiendo y zurcido

tu las letras me enseñabas.

Linda abuelita

de mejillas sonrosadas,

entre remiendo y bordado

tus historias me contabas.

Linda abuelita

de ojos soñadores,

entre zurcido y remiendo,

me arrullabas en albores.

Ya no estas a mi lado

abuelita de mis amores,

sólo quedan los recuerdos

que se guardan en el alma

perfumando las memorias

de los que habitaron

la comarca.

Aún se percibe el palpitar

de los corazones en medio

del aquel silencio…

Ese silencio mudo

que carcome el corazón

de melancolía,

por la añoranza

de los tiempos idos.

Y es que los recuerdos

Permanecen…

Ellos permanecen

allí en el jardín florido,

donde los ruiseñores

 construyeron sus nidos

y nos alegraron con sus trinos,

Allí en donde la brisa

retozaba con las flores…

En donde el arco iris

nos mostraba sus colores…

Allí estaba tu casita

llamada ¡VILLA LAURA!

allí en donde quedó

nuestra infancia,

allí donde quedaron los ecos

esparcidos por el viento,

de aquellos gritos

de nuestros juegos infantiles.

Casita de lindos corredores,

de naranjos en flor

y cafetales florecidos.

Sólo quedan de ella los recuerdos…

No son recuerdos álgidos,

son recuerdos ya vividos…

Recuerdos que no se han ido,

recuerdos que no quedan en el olvido…

Ellos permanecen

porque tienen el calor de tu afecto.

Abuelita, en tu ausencia

nos dejas tu presencia

impregnada de tu esencia.

¡ABUELITA LAURA!

Abuelita adorada

 recordada, extrañada

 y bendecida.

Con inmenso amor,

tu nietecita la

 Felina.