Atin58

TODA EL AGUA DEL MUNDO

Ha pasado un hombre que ignora la lluvia, el jadeo incesante del agua entre las grietas. En el imperio del retiro, donde sobreviven los ausentes, el rumor de la lluvia es un fantasma; un fuego fatuo de la otredad que padecemos. Sólo los niños reconocen que afuera llueve, que hay un mundo que estalla entre las nubes, cuando pasa el relámpago rasgando las cortinas de la tarde. Ha pasado un hombre con los ojos cerrados, las manos extendidas hacia las sombras del abismo, ignorando que un perro solitario hace añicos los breves espejos de la tierra. Sólo los niños saben que el tren de la lluvia atraviesa ciudad, y otra vez el relámpago y el trueno cruzan por nuestros rostros insensibles; mientras afuera toda el agua del mundo danza sobre las calles.