SILVIAKARL

TE PIENSO

Te pienso y las palabras descienden desde el alma,

gravitan en el corazón y pendulan entre mis manos,

 la pluma y el océano líquido del computador

por el que de pronto llegas provocando la alegría

 la paz, las ganas de vivir,

el amor lasa ganas de seguir.

Te pienso y se abren mil  ventanas 

Por donde  escapa mi alma como si fuera una bandada de pájaros

para surcar el cielo Para romper el viento para emprender el vuelo

para llegar al momento del encuentro frente a ese océano

y poder  empapar el alma con tus ganas de vivir y de soñar.

Te busco y la poesía me encuentra,

me toca, me mueve,

 me trastoca y catapulta los recuerdos

 entre el Carlito que fui y el karl que tu construiste

a punta de hilvanar locuras.

Te busco y me reconozco en tu mirada

Y pienso en la niña atemorizada

 que habitaba en le fondo de mi alma

 que salvaste de morir ahogada

en el mar de sus desesperanzas

Vengo hasta aquí, al rincón exacto de nuestra complicidad,

 y los versos juguetean como niños pequeños,

los minutos enloquecen y abandonan el circulo vicioso del reloj,

acribillando el tedio y aniquilando la rutina.

Llegas tú,  te espero yo

Y empieza la danza de  nuestros sueños

 Como su fueran  dos cuerpos   al ritmo de un vals

del último vals al filo de la media noche.

 La música la ponen los versos que tejemos

con los hilos cibernéticos

y la complicidad del tiempo que roba  el tiempo

como si fuera un Prometeo enamorado.

Entonces:

 

la belleza se hace palabras, le dan vértebras a la poesía

 y se convierten en fusionados

 que van a dar a las pupilas de los que tiene el alma de soñadores.