LIZ ABRIL

¡NO VENGAS!

No vengas con tu profunda soledad de muerte,

ni con tu macabra carcajada,

ni con tus deshechos sin cuerpo y sin alma...

a golpear mi puerta, tampoco la ventana.

Que la primavera es una cosa

que me está explotando en las entrañas,

presagiando un sin fin de besos

y caricias que se desparraman

en esta piel aún joven que espera

centímetro a centímetro ser amada.

No vengas con tus manos ávidas

de estrangular con tus gritos mi garganta,

que mi voz está plena de susurros

y melodías que nacen con el alba.

No vengas arrastrando las cadenas

de pretéritos plenos de desaciertos,

para apresar mis pies de peregrino...

que he decidido vagar por otros mundos

y buscar otras estrellas que guíen mi camino.

No vengas con tus fauces entreabiertas

a morder la pasión que hay en mi boca,

depredador de ilusiones,

mutilador de sueños,

¡aún late un corazón aquí en mi pecho!

y corren ríos de sangre por mis venas,

más allá de presagios y conjuros...

sigo viva a pesar de tu partida,

en mis ojos aún brilla la esperanza

y en el alma han nacido flores nuevas..

por eso olvídate de mi y...  ¡no vengas!