FENIZ

Penumbra del Deseo

En el silencio de la noche

Bajo una constelación de besos

Donde el alma se desprende de sus trajes

Te veo desnuda, frente a las miradas llenas de amor.

Recostada en la penumbra sutil, Sensual  de tu cuerpo

Irrumpe el silencio con sus murmullos

El reloj del tiempo no deja espacio para las caricias

Depositando el temblor febril, tormentosos del deseo

El cual va dejando liberar las pasiones más delirantes.

De nuestros cuerpos ya desnudos del pudor.

La brisa te acaricia, yo soy la brisa

Soy el susurro de las olas en la tempestad de tus pechos

Soy la tormenta que golpea  tu boca

Arrancando el fuego y la lujuria.

Que va despertando el suave perfume de tu piel

 

Déjame amarte lentamente, deja beber despacio

Gota a gota cada vocal de tu aliento

Que se trasforma en sudor y ardor.

 

El mar te recuerda, te vive, te arrebata

En oleajes  del mas acaramelado sentido de este  amor.

Siento la caricia de tus labios que ilumina la piel

Tras la húmedas de tu vientre

Que deshabilita e inutiliza la inocencia de la carne.

Los dedos como espuma en el oleaje de tu mirada

Van marcando los puntos cardinales del deseo

Se agitan tus cabellos como hojas doradas

Tras el ardor de los besos sin control

Caen  como palabras que el cerco de los brazos

Ya inútiles no pueden contener

Es nuestro amor que brota en cada verso

En cada latir de nuestras venas, electrizando

Los sentidos, enloqueciendo las esperas

Me rozas como rio de tu piel

Confundiendo el contorno de tus caderas con las mías

La respiración se acrecienta ante el deseo

Las miradas son cálidas, provocativas

Tiernas destellantes en la penumbra de la noche

Los besos entre abiertos buscan caminos

Deslizándose por tu cuello

Conquistando tus pechos

Abriéndose camino por tu vientre

Buscando el ombligo del universo

Donde ramilletes de estrellas dejan el paso

Para que tus dedos busquen las sendas infinitas de la piel

Aquí recostada en la penumbra de la música de los cuerpos

Veo asomarse la palabra, el verso, el grito agónico de un TE AMO.

Que encarcela mi alma, bajo los barrotes de tu piel

Y donde no quiero ser liberado y  deseo permanecer preso,

De este tierno y dulce amor..