Aquiles Mirmidon

VOLVER A VERTE

Eras todo lo bello del mundo

el principio y el fin de este tiempo,

eras mi primer y loco desvelo

el resquicio de mi pecho herido.

 

Eras la brisa de la tarde

y el susurro que rozaba mi frente,

eras la ternura del cielo

y como al viento agitabas tu cabello.

 

Eras la esencia y fantasía

ambrosía de verte eterna,

eras el primer rayo de sol 

que a mis ojos encandilaba.

 

Eras fina y esbelta, suave y delicada,

mi rocio de amaneceres primaverales,

eras lo dulce y lo añejado, mi embriaguez

por el aire y los ríos de tu soledad.

 

Eras gotas de lluvia, en mi pena,

que mi rostro absorvía

desdicha de días mas sin verte,

eras mi única amante.