jarablanca

A MI NIÑA INTERIOR

Luz de luna, caricias en mi cara

con recuerdos de juegos y de risas,

con aromas de adelfas y de jara

y el olor a limón de las melisas.

 

No sé porqué, me llena de ternura

aquella niña que jugaba a solas,

soñando ser princesa en la llanura

tejiendo una corona de amapolas.

 

Hoy ella es una parte de mi ser

causando mi alegría y mi contento,

es por ella que pude comprender

que nada se construye con lamento.

 

Y cuando estamos tristes, las dos solas

ella teje coronas de amapolas.