Isaac Amenemope

Sangre Vegetal

La tarde ampara los sentidos,

El valle se recoge hacia la dulce esmeralda

Y se disuelve en el interior de las invertibles lágrimas.

Cuantas veces ha de tamizarse la pronunciada mirada;

Dentro de unos minutos emergerá de la hierba,

Y empezaran las sensaciones a añadirse al limbo de mi espíritu;

Dentro de poco la noche correrá suavemente por mi cuerpo,

Y nuevamente pensare que han madurado las estrellas,

Nuevamente flechare la pulpa de mis ilusiones,

Nuevamente extrañare al tiempo,

Al hombre que vierte sus lámparas

Y despoja sus sonrisas.