Esteban Mario Couceyro

La muerte de un tirano

La vida es así 
de alegrías y penas, está hecha 
hay episodios... 
que como sueños malogrados 
nos dejan insatisfechos 
despertamos... 
como si algo hubiese faltado 
dejándonos medio vacíos 
de justicia y oportunidad. 

Un ser humano, malo 
de infinita y oscura crueldad 
ha huido solapado 
en la última argucia que le quedaba 
la muerte... 
él que tanto la usó 
en el prójimo 
no le quedó otro recurso 
que la muerte... 
y una mueca inevitable 
de burla... 
hacia la lenta justicia. 

Si Dios existe 
él tendría que juzgarlo 
y de no ser así... 
que su etérea carga 
se diluya en la profunda oscuridad 
dejando su doloroso recuerdo 
unido al de tantos otros 
para que los comunes 
los simples seres 
juzguen en sus memorias 
a ese, tan perverso sujeto. 

Ha muerto, su cuerpo 
ya no le pertenece 
su alma... 
se perderá en la oscuridad 
penitente de la culpa 
y queda solo el recuerdo 
del que cada uno hará olvido. 
Sin dudas, un mal sueño...
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