Bernardo Arzate Benítez

El despido.

 

 

El dinero tienen dos amos,

primero aquel que lo paga,

y aquellos que lo ganamos.

Y los dos nos embriaga.

 

El primero por tener mucho,

el segundo por tener poco.

A los dos nos vuelve loco,

pero a ninguno santucho.

 

El primero tiene el poder

de despedir cuando quiere,

y no le importa si hiere,

si con eso ha de crecer.

 

Simplemente se nos dice:

\"Yo ya no te necesito,

aquí tienes tu sueldito\"

y uno dice \"¿Qué hice?\".

 

El corazón palidece,

por la sorpresa acaecida,

es tan dura la mecida,

que por días permanece.

 

Como si una nube oscura

cubriera nuestro horizonte,

se siente la vida dura,

¡\"paliza\" de polizonte!.

 

Es el juego del ratón

en contra de un gran gato,

cuando el patrón ingrato,

nos pega ese desgarrón.

 

El trabajo no es seguro,

para ninguna persona,

aunque trabajes muy duro;

y esto es cualquier zona.

 

Los despidos son constantes,

como cruel ley del sistema;

para el patrón son diadema,

para el obrero...guardar los guantes.

 

Algún día será mañana,

no siempre será este hoy,

me despiden,pues me voy,

nomas me agregué otra cana.

 

Autor:Bernardo Arzate Benítez.