agustin monteza casusol

MISTERIOSA MUJER

Te conocí un domingo de sol,

en la plaza de Chachapoyas.

Para mi todo fue alegría,

para mi todo fue gloria.

 

Me invitaste a conocer tu ciudad,

nos fuimos por los jirones mas antiguos,

por las plazuelas, por las iglesias

y terminamos por las pampas de higos urco.

 

Te conocí aquel domingo de sol,

te recuerdo contándome la historia

de la bravura de los Chachapoyas.

Te recuerdo como si todo hubiese pasado ahora.

 

Te recuerdo linda chacha,

cuando concentrados hablando de lo nuestro,

en aquella inmensa pampa,

llego la tempestad y nos asusto la granizada.

 

Te recuerdo linda chacha,

arrimándonos contra el obelisco,

protegiéndote con mi casaca

para que la lluvia no te mojara.

 

Yo no olvido aquel domingo de sol,

ni aquella granizada,

ni aquellas historias

que esa bella dama me contara.

 

Tenía los ojos grandes color café,

sus mejillas el color del atardecer,

su pelo de oro, su voz suave,

su perfume de clavel.

 

Cuando nos despedimos

después de aquel mágico paseo,

quedamos en encontrarnos

en aquella misma plaza, en aquella misma banca.

 

Yo asistí al siguiente domingo,

te espere, te espere hasta el anochecer,

Pero tú nunca mas llegaste.

Que será de tu vida misteriosa dama. 

 

Hoy, después de muchos domingos,

Aun te recuerdo mirando esta plaza, sentado en la misma banca.

Entonces pienso, en aquella leyenda del ángel sabarbein,

que encantaba a los foraneos y que esa vez la bella dama me contara.

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 VIERNES 16 DICIEMBRE 2005.