Leonardo Torrez

PremoniciĆ³n

Las sombras de la noche

avanzan insomníacas hacia el averno.

No son muchas pero se pierden

 en la letanía del sufriente ante el destino

y se funden en una soledad monstruosa y compartida.

Tienen la boca llena de la hiel

y del veneno que mató a los reyes;

no saben de piedad ni de amores furtivos;

no distinguen las heridas del resto de la piel

podrida y blanquecina

y se acercan a las puertas del averno

con la esperanza que da el odio en las encías.

¡Corrompida humanidad!

La barca de Caronte es lugar de honestidad perdida.

Pagaremos tributo a los demonios

cuando los dioses vengan a buscarnos.


Jorge Leonardo Torrez

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