Señor Juez voy a enjuiciarlo
por ese crimen atípico
que con dolo ha cometido
debió acaso de matarlo
en lugar de abandonarlo
en las manos del Estado
que lo ve necesitado
y en lugar de cultivarlo
para en libertad dejarlo
al olvido lo ha legado
Nació allá donde la ciencia
no supo cómo llegar
un día debió bajar
y encontró la diferencia
del que sufre con paciencia
y el que ignorante se queda
esperando que alguien pueda
bajar al río a tomar
y en el camino dejar
en su bote una moneda
Sintió en su pecho el dolor
de la propiedad privada
cuando en una madrugada
a la caza del sabor
arrebató a un señor
un pan pa’ matar el hambre
y se le vino el enjambre
de piedras, palos y plomos
que le dijo como somos
en los azares del chambre
Pero usted que nunca supo
lo que es la necesidad
se fue a la universidad
ahi donde hicieron grupo
ese donde cabal cupo
el médico y el maestro
que hartándose de lo nuestro
su juramento olvidaron
y cebados se quedaron
con la ciencia por secuestro
Vuelva a gritarle culpable
con la soga en su garganta
a ver si el alma le aguanta
el hedor tan detestable
que su asepsia tan afable
trata de disimularlo
vuelva juez a abandonarlo
que al infierno iré a buscarlo
para pedirle perdón
por su ofensa y mi canción
que no da para salvarlo