Gladys María Henao Cortez.

La Distracción

¡Jose cuidado con ese tronco! Dijo mi comae.

Subimos por un camino angosto, a mí alrededor todo era enredaderas, plantas, bejucos e insectos de todos los tamaños.

_ Ay mami me pico un bicho_  grito mi hija.

Te dije que nos anduviéramos rápido.

¿Comadre llegamos? Pregunte.  _ No flaca…um todavía falta, no te desesperes cuando lleguemos te encantara _ dijo la comadre.  

Al momento de llegar todos a la colina, quede pasmada al observar tanta naturaleza colorida de pequeños animales y muchos sonidos silvestres que  nos llegaban; nos animábamos a seguir por esa trucha. Al llegar observamos una pequeña canal que descendía hasta abajo, pero no logre ver el  final, o más  bien hasta donde podríamos llegar en él.  Esa canal angosta destilaba una corriente de agua tan clara y tan fría  que venía desde allá arriba de las montañas, que llegaba al encuentro de un estanque  de agua.

 _  Pareces boba no te quedes hay para; súbete con los pelao _  dijo la comadre.

 Así fue, subí; adelante estaba la niña, Jose; la comadre y yo; en ese momento de iniciar la travesía, sentimos mucho miedo de no saber hasta dónde nos podía conducir ese aparato…

_ Hayyy mami bájame_ llorosa decía la niña.

_Me muerooo_ dijo Jose.

_De pronto empecé a vomitar, me sentía tan mal, los ojos me daban vueltas, ya no podía hacer nada; estaba metida en ese cuento, dábamos vueltas y vueltas en ese tobogán hasta llegar al final. De pronto  todos caíamos en una represa llena de aguas revueltas de matorrales, virutas y arenilla, en fin,  caímos  todos en ella… al salir a la superficie no hallaba a mi hija.

_Hija dónde estás?, hijaaa. Dije preocupada

_ ayúdenme a buscar a mi hija.

_me zambullí de nuevo en busca de mi hija, todo era confuso; recuerdo que la tenía abrazada a mí, para que cuando llegáramos…, pero como… la solté?...como pude, seria los nervios; desesperada empecé  gritar  al darme cuenta  que mi hija ya no estaba con nosotros… allí, al poco rato estaba…flotando, ya pálida y fría en esa gran alberca. Lloraba desconsoladamente,

Al despertar  me di cuenta que solo era un sueño.