Lucia Pastor

MIRO Y MIRO, Y A VECES VIENDO NO VEO…

Miro la tierra, miro las nubes,
miro la luna y me entristezco de las calles,
como de las sombras cuando se acercan
variando de los campos los árboles,
secando sus hojas como sus frutos,
alentándonos de la mano del hombre
como de la sequedad de la vecindad,
por querer amancillar a su medida
la tierra que es de ellos,
como la tierra de los demás,
en cansancio de andar
en crudas de viejas estancias…

Miro la noche miro el día
y no veo igualdad de luz,
siendo igualdad en mi
como en mi querer de amar,
siempre hay quien adhiere
que no todo rige al amor
del mismo instinto,
el que nos vio nacer
como el que me vera morir,
si no amo en la actitud
de mi corazón en su pasión…

 

Miro alto, miro bajo, miro
los caminos entre ribazos,
y veo saludos incoherentes
como vacíos de corazones,
cuando amarnos es tan fácil del llenar

cada hueco que se interponga de amistad,
como de nuestro rehacer de querer,
aún en resalto nos conduzca
hacia mitades de caminos,
son caminos completos de amores…

Miro aquel, miro aquella,
miro mis sentidos aligados
y no oigo de amor lo que quiero,
oigo callares de actitudes
como de sentimientos,
que acarician solo trajes
como vestidos, hechos de oro
pero de paja vacíos por dentro,
como también oigo
corazones caminando….

Porque quiero mirar hacia adelante,
en la corta o larga vida que me quede
pero amando sin fronteras y sin límites,
sin que alcance el miedo que no existe…

 

Autora:Lucía Pastor

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