Y muchas veces no soy yo quien quiere sentirse solo,
llega atropellándome este sentimiento,
me sumerge en una oscura visión del mundo,
me infringe un dolor el cual ya no puedo evitar,
lo intento,
pero de nuevo llega, ahora con más intensidad que al inicio
mostrándome la realidad,
desenmascarando mi triste espejismo de compañía.
De nuevo solo en mi cuarto, como todas las noches
quisiera que no fuese así, pero está es mi vida,
un camino monótono entre el querer y el tener.
la ultima opción.