Alek Hine

DESAHOGO

(soneto en hexámetros dactílicos antonianos)

 

Fin de semana, la noche, viernes con horas de hastío;

dura le fue la jornada, día de mil contratiempos;

yace su cuerpo en el lecho, pero sus mientes aladas

—aves de ingrata vigilia— vuelan por toda su alcoba.  

 

Cierra los ojos, no duerme, siente que es árbol sin fruto

—cuando el espíritu sufre, penas impone a la carne—;

sola y estoica, resiste sumo dolor; sin embargo,

piensa en el último efugio para vencer al insomnio.  

 

Huye de aquella tormenta, busca resguardo en Cupido*,

bálsamo en esos instantes para la túrbida psique

—sobra el espacio en su cama para el amor solitario—.  

 

Hinche sus senos, aspira..., palpa el alivio incipiente;

juega su mano en su sexo, logra solaz de caricias;

¡entre la sombra y el alba tiene su gran desahogo!

 

 

*Eros.