Sara (Bar literario)

Del poema que no se escribe

El poema.

Apóstol de la palabra muerta.

Ramillete de golondrinas

en la mano de una niña ciega.

 

Mi poema, mi poema.

Él duerme en su sueño,

recoge de sus párpados

la sangre del silencio.

 

Mi poema es un domingo

que escribe el poeta

en ausencia de pájaros

tristes.

Maldición del poema y el espejo!

 

Escojo la mano que arderá

junto a todo lo que ha de llover.

Mi mano es una peregrinación 

a la profecía del poema.

 

Poema de venas ausentes

sed que brota del agua

y nos hace arder.

 

Poema asceta

en el refugio de mi dolor.