Tus besos tienen ese extraño efecto que producen las tardes rutilantes de otoño. Me atrapan y me transportan a remotos mundos donde las hojas y el viento se cortejan al ritmo de un vals melancólico. Ahí te encuentro, bajo la copa ambarina de un árbol y te observo mientras tu cabello cobra vida al vaivén de las suaves brisas; entonces me miras con esa profundidad que sólo tus ojos contienen y pueden significar, yo me dejo llevar por ese oscuro misterio hasta que, de pronto, me encuentro de nuevo acariciando tus labios con los míos.
Tus besos tienen ese extraño efecto en mí, me desdoblan en infinitud de reinos, pero la serenidad de tus ojos son el regreso seguro a mi realidad, aunque esa mirada contenga la ambigüedad que, cierto día o cierta noche, hará que me pierda en la profundidad de tu ser sin la esperanza de volver. Tus besos y tus ojos… son mi escape y mi regreso… mi refugio.
Citlaltocani 05-06-2014