Raquel Garita

BLANCANIEVES.

Quiero repartir mil rosas al viento.

Escuchar el susurro de tu voz en el silencio.

Mirar el incierto resplandecer  en tu alma.

Amar el estruendo que se refleja en tus ojos.

 

El  invierno  secó todas las hojas que me abrigaban.

Añoro ese reino  de  aguas cristalinas ocultado a kilómetros de mí.

Ese lugar, donde llueven primaveras y florecen esperanzas.

Ese lugar, donde estrellas cubren la oscuridad.

 

¿Debería darme la oportunidad de amar nuevamente?

Tiempo atrás calcule mal un “por siempre y para siempre”

Un amor fugaz  cubrió con cenizas el fuego enardecido.

Causa de prohibirle a mi corazón salir de  su castillo durante años.

 

Y hoy que desperté de un sueño de varios siglos…

Soy  la Blancanieves  que se quedó esperando a su príncipe.

No me revivió un beso sino la simpleza de la realidad.

 

Espejito, espejito…

Permite que el efecto de la manzana recorra cada esquina de mi cuerpo

Déjame descansar en el sueño eterno en el que viajaba

Para finalmente entregarme al dolor.

 

Buenas noches mi sol.