Agustinfranco

A mi sofá

<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

A mi sofá lo quiero porque no me reprocha las huellas que le he dejado,

porque me acepta sin preguntas cada regalo que la noche me depara

y me ofrece su calor sin importarle cada calor que llega

 

A mi sofá lo quiero porque calla ante las novedades del hado.

Es el cómplice tacirtuno de mis devaneos amatorios

y tiene dibujada cada sonrisa que ha encontrado en él

su refugio junto a mí.

                             

A mi sofá lo quiero por amplio y generoso

porque no me reclama con celos ante la variedad que le concedo

me sirve siempre de bastidor para mis pasiones

y ampara todas mis confesiones carnales.

 

A mi sofá lo quiero porque acoge siempre sosegado el nuevo timbre de voz

que ha de guardar discreto entre sus espumas,

resignado a seguir siendo el fiel y mudo testigo de mi vida.

 

A mi sofá lo quiero por celestino.