Raúl Daniel

Cada Vez...

 

Cada vez que nace un niño en la tierra

(y a cada momento millares lo hacen),

nace una esperanza fiel y verdadera,

Dios proyecta en él su amorosa confianza

hacia nuestra raza.

 

Cuando una mujer se transforma en madre,

pasa a ser un ángel...

y, a aquellos hombres que asumen su rol,

Dios les da el honor de uno de sus nombres,

y los llama ¡padres!

 

Si se abre una flor, madura una fruta,

derrite la nieve un templado sol...

si la luna brilla y nos pone románticos,

todo eso es amor... el amor de Dios.

 

Cuando las doncellas prorrumpen con cánticos,

cuando los poetas elevan su voz,

las estrellas brillan, la brisa acaricia

o la lluvia baña los campos sembrados...

sigamos confiados... todavía es tiempo...

y: ¡siempre es momento de dar nuestro amor!