Mélida Berenice Betancourt Sánchez

Clandestina...

Tan oscuro, 
sumamente ilógico,
melancólico y desgarrado amor...

Te busco en las noches frías, 
que gozo en la amarga compañía
de mi dulce soledad...

Cansada y austera, 
con la mirada perdida
y muerta...
¡De tanto buscar!
¡De tanto llorar!

-¿Llorar?
¡Si, llorar!
Y arrastrar esta triste
condena, y amarga pena
que deleita mi eterno andar...

De solo ser...
Clandestina y dulce amante,
que siempre anda vacilante
antes de amar...

Pero que al final todo
de buena fe lo entrega...
Clandestina y eterna amiga
que una caricia no sabe negar...