Francisco de los Angeles

UN SUEÑO A SEGUIR CAP. 1 y 2

1

 

 

Jennifer se había levantado de muy buen humor observando su reloj que estaba a un costado de su cama y pensando en que sería de ese día para ella, media adormitada se dirigió al baño a darse una ducha para lograr colocar todos sus pensamientos del día en orden, que aria y que no quería hacer, bueno en la ducha tenía una inmensidad de pensamientos, y por supuesto orinándose en la misma ducha mientras se bañaba, salió hacia la habitación y sentía aquella sensación que algo bueno sucedería ese día, viéndose en el espejo y queriendo seleccionar una de las cremas para el cuerpo que más le gustaría usar para ese día, el cual no era fácil, tenía frente a ella un sinfín de frascos y botellas de exquisitas fragancias para el cuerpo, eligió una con un aroma discreto y se dirigió al closet a ver que podía ponerse para ese día, pues lo primero algo cómodo para la mañana, pues no tenía en mente ninguna actividad, la universidad era el próximo paso y ya estaba inscrita en la licenciatura en ciencias de la educación con opción en educación parvularia, algo que todavía muchos no podían creer que quisiera esa carrera, pues ella era de una familia de clase media, dirigida hacia los negocios.

 

Bajando los escalones de la casa Jennifer vio a su hermana Kenny y con un tono agradable le pregunto para dónde vas, su hermana le contesto no muy agradada que iba hacia la oficina de la empresa de su padre, pues le había pedido que llevara a unos trabajadores hasta Sonsonate a hacer un trabajo, y le dice me quieres acompañar, a lo que Jennifer le contesto que sería bueno no tenía nada que hacer planificado en el día, pero que quería comer algo primero, a lo que su hermana le contesto, llévate algo para el camino que ya es tarde y mi papa se enojara con migo si llego tarde de nuevo, Jennifer encogió sus hombros y fue a la cocina a pedirle algo a la cocinera para llevar, lo único que encontró fue medios sanwiches pero eso bastaba para calmar el estoma por la mañana.

 

Kenny la hermana mayor de las tres hijas que había tenido la pareja de Luz y Rafael Iraheta era la que más se mesclaba en los asuntos de la pequeña empresa de su padre y la que le brindaba más ayuda en lo que estaba a su alcance, y ese día él le había pedido que llevara a unos trabajadores hasta Sonsonate a realizar un trabajo de la empresa, ya que el motorista y técnico que tenía no podía pues estaba en San Miguel y él tenía una reunión de negocio, así que ella tenía que ir, no muy agradada con la idea, pues eso significaba perder todo el día y no verse con su novio; que ya lo había planificado para ese día, no era muy buena noticia la que le había dado su padre, pero igual aunque no le pareciera bien tenía que acatarla.

 

Gabriel como todos los días deseaba que no amaneciera, excepto el domingo, que el domingo era un día que podía levantarse a medio día si quería, pero era martes aun y un inicio de semana mal, pues estaba a mitad de quincena y tenía que andar contando el dinero en el aire para que le alcanzara, eso es lo que pensó cuando despertó por la mañana, ya eran las 6:10 de la mañana y tenía que bañarse que no era muy buena sensación, pues el frio era insoportable y para terminar de arruinar su despertar había que bañarse del barril y con agua lluvia, que sabía cómo que hielo le colocaban en la espalda, pero bueno dejando sus cobijas medio rotas en la cama y dirigiéndose con cautela hasta donde estaba el barril y tocar con las puntitas de los dedos de la mano el agua, sintió que eso era el infierno pero en frio, viendo el jabón de lavar ropa y el mascón comenzó a tirarse agua poco a poco en los pies, pues según la costumbre y las altas ciencias de los ancianos, primero hay que mojarse los pies para que no te de frio en todo el cuerpo al bañarte con agua helada, y fallaron los ancianos, esa agua estaba súper helada, se sentía que quemaba e inmovilizaba el cuerpo, pero bueno eso era ya casi de todos los días.

 

Ya colocándose Gabriel su ropa viendo primero que no hubiera ningún alacrán en el pantalón o en la camisa, se dispuso a encomendarse a dios a que lo protegiera ese día, al paso también deleitarse con un café caliente y un par de panes para hacer el desayuno como todos los días lo hacía, viendo la hora en el reloj de la pared le dice a su madre que se sentía desanimado pues hasta cuando ganaría el mínimo, su madre parada al lado de la puerta con ánimos le dice “Hijo así se comienza, hay que darle tiempo al tiempo, ya ganaras más algún día”, con esas palabras Gabriel dejo su casa ese día dirigiéndose hacia su trabajo.

 

Llegando a la oficina Gabriel saludo a Evelyn la secretaria y se dirigió al lado trasero de la casa que era lo que funcionaba como el taller de hojalatería, bromeando con sus compañeros, el gordo David y flash que se llamaba Héctor sobre como quedarían los partidos de futbol en la champions lige que era lo más interesante de ese día, aparte de recordarse del porque no les parecía extraño que su otro compañero el toro no hubiese llegado todavía pues él siempre llegaba de diez a veinte minutos tarde si no es que más, David comentaba que el toro había nacido con la sensación de ser su propio jefe, pero el destino le había jugado una mala pasada pues había nacido pobre, a lo que los demás asistían con tremendas carcajadas pues era lo normal ver al toro que siempre le llamaban la atención por llegar tarde, en las risas y bromas estaban cuando Daniel el toro entro y con una voz tosca y seca dijo – y ustedes de que se ríen muertos de hambre, a lo que el gordo contesto de nada supremísimo rey, y se volvieron a mesclar las carcajadas y risas de todos ahí en el pequeño espacio del mencionado taller.

En el Instituto Técnico Industrial se estaban llevando los últimos días de trabajo de los docentes y en la especialidad de mecánica general, de lo que se hablaba hasta entonces era en la marcha del Sr. Carpio, el bodeguero del taller; Carpio ya estaba aburrido de estar ahí, discutiendo a diario con los alumnos de bachillerato y también muy seguido con el jefe de la especialidad Ricardo Hernández, un hombre casi de la misma edad con Carpio pero menos decadente de salud que él, así que lo que se comentaba era en como sustituirían ese puesto ya que Carpio había estado ahí los últimos 25 años en el puesto, unos pensaban que si sería bueno poner un joven o poner a una persona ya mayor y más madura en ese dichoso puesto.

Evelyn la secretaria se encontraba al teléfono recibiendo las ordenes de Rafael Iraheta para ese día, y lo que le comentaba Rafael era que sus hijas llegaría después de las ocho de la mañana para llevar a Gabriel hacia Sonsonate a realizar una reparación en un equipo de aire acondicionado, ya que Daniel y David estarían fabricando ductos para un proyecto en Santa Tecla que estaba pendiente, y pues Héctor tendría que  ir a dar mantenimiento a unas oficinas de una aseguradora, así que se dirigió Evelyn a la parte trasera de la oficina para repartir las asignaciones de ese día, y para tal sorpresa dijo a Gabriel tú vas para Sonsonate, ya vendrán Jenny y Kenny para llevarte, en eso se escuchó un sonido de todos los presentes diciendo huuuuuu bárbaro ya la hiciste alivianado Gabriel.

A los minutos que Evelyn había repartido asignaciones, llegaron Jenny y Kenny, y en esos momentos ya Gabriel había preparado el equipo que llevaría para la asignación, pero aún se preguntaba por qué no habían llenado antes los cilindros de oxígeno y acetileno pequeños para soldadura oxiacetilénica y tenía que llevar en cambio los cilindros grandes y pesados, aun para terminar de amolar más la situación tenía que llevar el cilindro grande de nitrógeno que pesaba más de 150 libras, iba a ser una odisea andar con tres cilindros súper grandes, la bomba para hacer vacío y la caja de herramientas que tampoco pesaba 10 libras, pero en su interior decía que así era ese trabajo, habían días buenos y días no muy buenos. Subiendo todo el equipo en el pick up se le acerca Jenny y le dice y todo eso llevara, en tono burlón le contesta Gabriel que todavía hacía falta una escalera pues por si era necesario subirse al techo tenía que llevarla, con cara de admiración Jenny le dijo, pues se le tornara difícil quizá, pero no quiero desmotivarlo antes de tiempo y se retiró del lugar hacia la oficina.

Ya para emprender el camino hacia Sonsonate, Gabriel observaba donde se iría mas cómodo en la cama del auto, y Daniel el toro lo molestaba diciéndole “Mi chuchito atrás le tocara irse, y ojala no llueva si no ya se mojó” y reía burlándose, en eso aparece Jenny y le dice a Gabriel; dentro cabemos los tres, hay bastante espacio. A lo que Gabriel asistió con una sonrisa y Daniel quedo mudo ante tal ofrecimiento a Gabriel. Y así emprendieron el viaje de una hora aproximada hacia Sonsonate.

Bajando sobre la carretera de los chorros y Gabriel sintiéndose incomodo al lado de las hermanas, Jenny le saco platica preguntándole que si ya había pensado en seguir sus estudios porque asumo que es bachiller le pregunto, a lo que Gabriel asistió contestándole que sí, que era bachiller y que algunas veces lo había pensado pero que solo había quedado en pensamiento porque miraba difícil esa posibilidad, viendo su estado económico muy bajo y el tiempo que le quedaba a él para hacerlo, y en ese momento fugazmente recordó una valla publicitaria sobre una universidad que decía ¡Tú puedes! A solo $45.00 al mes, era un anuncio que llamaba la atención, pero siempre que la veía hacia cuentas en el aire y sentía que si se socaba el cincho talvez pudiera pero que era casi imposible. Y Jenny le volvió a decir, que lo pensara que podía ser una oportunidad en el futuro, que él podía – a lo que le contesto, pues con lo que gano y con lo que ayudo en la casa se me hace muy muy difícil pues es un buen gasto mensual. Kenny viendo el interés de la hermana en convencer a aquel chico, le dijo que si podía que era cuestión de actitud querer superarse y que querer es poder, Jenny no se rendía en darle motivación y le dijo que lo que cuesta es dar el primer paso, le pregunto si había pensado en alguna carrera universitaria antes? Gabriel le respondio que no.

Gabriel con aquellas palabras de esa chica muy guapa rondando en la cabeza paso todo el día de trabajo, pensando en si en verdad podría estudiar en la universidad o si solo era uno más de los pensamientos que había tenido casi todos los días observando aquella valla publicitaria, pero ese día era distinto a los demás, pues los otros días solo pensaba en un momento y se desvanecía, pero las palabras de aquella chica como que le habían dejado un eco que se le repetía y repetía cada momento ese día y cobraba más interés en pensar una estrategia para eso.

Llego el medio día, y el sol ardía mas en aquel techo del centro comercial y Gabriel seguía pensando en lo de la universidad, cuando vio saliendo una silueta de las escaleras y vio a Jenny con un vaso en la mano, llevaba una minuta helada, no comprendía la manera como había podido subir al lugar pues estaba restringido el paso para persona no autorizada pero bueno ella con su encanto habrá sabido manejar la situación ante un vigilante o encontró la puerta abierta, cuando llego junto a él le dijo, le traje una de sabores no sabía de cual le gustaban así que me aventure a pensar que una de sabores, pues a todos les gustan de estas y sonrió, pregunto si le hacía falta mucho pero él le contesto que ya casi terminaba, con hambre pues Gabriel andaba comida pero en ese lugar difícilmente encontraría tortillas y refrescos decidió no almorzar, solo la minuta seria su almuerzo, ella le pregunto si pasaría de las dos de la tarde ahí y Gabriel contesto que posiblemente de las 2 a las 2:30 terminaría pues ya había encontrado el problema y lo solucionaría, ella contesto que le dejara una llamada perdida pues iría para mientras con Kenny al cine mientras el terminaba, irónico pensó Gabriel, mientras el trabajador suda, la jefa en el cine con aire acondicionado, pero así nacimos y dios tiene un objetivo para cada quien, talvez algún día llegue a estar en el lugar de ellas se dijo en su interior.

Al siguiente día por la mañana la misma rutina de Gabriel, levantarse temprano, desayunar e irse para su trabajo, sin antes comentar con su madre sobre si creía ella que él podría algún día estudiar en la universidad, a lo que ella respondió con voz desanimadora pero con esperanzas a la vez, mira que dios nos bendice cada día y el lleva preparado un camino para uno y quien quita que más adelante él te bendiga y puedas, pero por ahora lo veo difícil, esas palabras no lo desanimaron pero tampoco le dieron alas; en el camino volvió a ver aquella valla con el mensaje ¡Tú puedes! Solo $45.00 al mes. Y volvió aquella inquietante a rondarle la mente.

Al llegar al trabajo comento con sus compañeros reunidos en la parte trasera de la casa que servía de taller sobre si creían que era posible trabajar y estudiar en la universidad y pues la respuesta casi unánime fue, estás loco con este sueldo que tienes no lo creo y con el tiempo peor le contesto Héctor a lo que los demás asistieron con respuestas casi iguales, en ese momento iba llegando Nazareno Pérez el trabajador con más edad de la empresa y más serio en algunos momentos y pregunto con una sonrisa sobre que hablaban, a lo que Gabriel le comento sobre estudiar en la universidad y el quedándose pensativo le dijo, trabajando aquí lo dudo pero en otro trabajo con mejor horario y mejor salario bien que sí. No gusto la respuesta a mucho de los presente pero Gabriel lo tomo como una señal de que talvez se podía.

Esa noche antes de llegar a casa, Gabriel se encontró con unos amigos en su colonia departiendo bromas y jugando naipe les pregunto sobre si creían que si podía estudiar en la universidad y estos fueron más tajantes en sus respuestas. Estás loco, mejor ese pisto gastémoslo en un par de cervezas y unas botellas de guaro y ahí remediamos todo, eso es un desperdicio de dinero mejor utilízalo en divertirte, no fue una de las respuestas más hermosas pero si una de las más realistas recibidas hasta el momento.

En casa hablando con su hermana Marisol mientras cenaban le pregunto lo mismo, sobre si creía ella que él podría estudiar en la universidad, ella con más cautela le respondió que sería difícil, pues tenían deudas, la casa hipotecada, algunos prestamos que faltaban que pagar, una prestamista en el pueblo que le debían como $700.00 que les hacía mala cara cuando la veía y pues que al salir de todo eso hasta ella le podría ayudar pero que era difícil, pero que esa situación solo él podía tener la última palabra. Y así termino el día acostado en aquella cama de madera con pitas y una colchoneta vieja que servía para no ceñir la espalda donde se sentía cómoda la estadía por la noche.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2

 

Llegando a la entrada de la universidad, el vigilante que se encontraba en la entrada pregunto;

-          ¿puedo ayudarle en algo joven?

-          Si vengo por información para nuevo ingreso!

-          Al final del pasillo, tome asiento ahí le atenderán y darán información.

-          Gracias muy amable.

Y se dirigió Gabriel hacia la sala donde se encontraban cuatro señoritas atendiendo a personas que solicitaban información sobre nuevo ingreso; al momento de haberse sentado una señorita le llamo con una amabilidad enorme y le pregunto que cuales eran sus expectativas, Gabriel muy entusiasmado le dijo que lo que quería era información sobre las carreras y los posibles horarios y las cuotas, la señorita le dio toda la información hasta que observo la satisfacción de Gabriel.

Marisol caminaba por las calles del pueblo iba a visitar a su amiga Aracely, amiga desde la etapa de estudiante en primaria, cuando de repente vio venir por una de las aceras a doña Rosa que le llamo y le ofreció productos de una venta de catálogos, le dijo.

-          Vicha, te doy precio ayúdame a vender

-          Y cuantos catálogos tiene?

-          Dos de cada uno

-          Deme uno y veré si puedo vender con la gente que conozco en la colonia

-          Ayúdame y te doy una parte de las ganancias, ya que ahora esta mala la venta de estos productos, como en la calle venden cosas de estas pirateadas

-          Eso si hay fragancias que se encuentran bien baratas en ventas en la calle

-          Si eso nos está quitando ventas

-          Mira vicha y que paso no me han traído nada de interés del dinerito que me deben, tráiganme aunque sea unos 100 dolaritos

-          Es que hemos estado mal económicamente niña Rosa, pero veré como le conseguimos algo para este mes

-          Si porque ya van llegando a 800

-          Si estamos preocupados por eso.

A Marisol se le hacía interminable esa pequeña platica con la prestamista, sabía que no tenían ni para la comida y aparte tenían que pagar muchas deudas que se acumulaban a montones, pero guardaba la fe que poco a poco tenían que salir de ese lio enorme en el que se habían enfrascado desde hace algunos años atrás, todo era cuestión que dios levantara un dedo y los señalara con la buena fortuna.

 

Nazareno Pérez estaba recibiendo una orden de trabajo en la oficina para la semana que pasarían en San Miguel, un trabajo que tendrían que realizar el ultimo día de la semana, que era de desmontar un par de equipos de aire acondicionado, y pensaba con quien los desmontarían, pues no era tarea fácil, o como él decía; comida de hocicón, así que pensaba en el auxiliar que aria el trabajo. En el día llegado conto con la presencia de Gabriel para realizar tal trabajo y procedieron a desmontar los equipos, ya habiéndolos bajado y puestos en la puerta del local, a Gabriel se le ocurrió la idea de preguntar a uno de los encargados.

-          Disculpe le bajamos la tubería de cobre de los equipos para que vayan completos

-          No muchacho, esa no, ya está usada y vieja, pero si quieres bájala y te la llevas vos, dicen que el cobre está a buen precio en las chatarreras.

-          Gracias las bajare y me las llevare entonces

-          Si y de paso haznos un favor, baja de la azotea un compresor que está ahí y te lo llevas, nunca lo bajamos y pues te pueden  dar un par de dólares por ese también.

-           Bueno está bien eso are, muchas gracias

-          Gracias a vos, ha y apúrate porque los de la tabla roca ya le echaron el ojo a la tubería no vaya a ser y te ganen el mandado.

-          Si ahorita iré a ver eso.

Gabriel se dirigió a donde Nazareno y le dijo que si le daba permiso de bajar la tubería que los encargados del local le habían dicho que se la llevara y que podían sacar unos cuantos dólares de ese cobre que estaba ahí, al cabo si no eran ellos otros se la llevarían, y se repartirían por mitad el dinero que les dieran, Nazareno asistió con un esta bueno bájela niño.

Al cabo de una hora Gabriel ya había desmontado toda la tubería y la había lanzado al carro, fue un lio pues tenía un forro bien pegado que con gran trabajo tubo que despegar poco a poco en el camino de regreso a San Salvador pues tenía que ir limpio de forro la tubería para que se las compraran, y el compresor, con ese no tendrían problema pues así como lo bajo así lo venderían por peso de hierro reciclado.

Al siguiente día Nazareno y Gabriel mañanearon a vender el cobre y el compresor a una venta de chatarra, pues era buena ganancia de algo que no tenían en mente que podrían sacar del viaje, por el camino Gabriel le comentaba a Nazareno que si les salía bastante con ese dinero lo que aria seria pagar el curso universitario y guardar un poco para la matricula e inscripción de su primer ciclo en la universidad, Nazareno viendo el gran entusiasmo de aquel muchacho le dijo, ojala un día cuando sea licenciado no se olvide de los humildes pobres, a lo que Gabriel asistió con una sonrisa y le dijo – No maestro como se pone a creer eso, ojala dios quiera que un día me gradué de la universidad, pero si no por lo menos voy a ir a conocer que es ir ahí.  Seguido a eso Gabriel bajo del carro hacia la chatarrera con una caja llena de cobre que tuvo que llevar una carretilla para ponerlo en la báscula y le dijeron pesa 110 libras y le hizo la cuenta el comprador y le dijo buen billete, 110 x 3.25 te da 357.50 más 15 dólares del compresor son $372.50 y le entrego el dinero, Gabriel no podía creer y al llegar al carro le dijo a nazareno.

-          Maestro nos alivianamos

-          Cuanto le dieron niño

-          $372.50 por todo

-          Vaya pensé que podía ser unos $150

-          A cuánto nos toca maestro

-          Usted agarre $250 y lo demás que me quede a mi

-          Pero eso no es la mitad

-          No niño ese dinero usted se lo rebusco y a usted lo bendijo dios, pues es para la universidad, es para algo bueno que lo quiere, dios ayuda a quien lo necesita

-          Bueno siendo así maestro, gracias

Gabriel llamaba maestro a Nazareno de cariño, pues era un hombre ya mayor y con sabiduría en el área que desempeñaba en la empresa, y el aprendía todo de él, hasta esa enseñanza de ayudar al que más necesita, pues no compartió la mitad del dinero del regalo de la tubería de cobre, si no que más que eso y solo tomo una parte inferior.

Lleno el formulario y pago la inscripción a la universidad, y seguido de eso le sobro dinero para pagar la matrícula y dos mensualidades de inicio, cada momento pensaba Gabriel que dios llevaba las cosas con un orden.

 

Ha Rafael Iraheta no le hacía mucha gracia que un empleado de su empresa quisiera estudiar en la universidad, Gabriel se lo había comentado anteriormente y él pensaba que eso lo distraería de sus ocupaciones y pediría tiempo libre para cursar algunas materias que se coincidieran con su horario de trabajo, pero hasta cierta manera podría lidiar con eso, pues el así se había superado en su juventud, estudiando y trabajando a la vez, pero pediría requisitos a Gabriel para tales permisos y uno de esos era que tenía que llevarle ya los horarios inscritos en la universidad para saber si en verdad podía darle el permiso; a Gabriel por lo tanto no le hacía mucha gracia eso, pues veía en ello una actitud negativa para ayudarle y ya comenzaba a dudar que se pudiera realizar el objetivo que era estudiar.

 

En Apopa, Rosa Meléndez recibía una llamada de su sobrino Gabriel, que le contaba las intenciones que él tenía para un próximo año que se aventuraría estudiar en la universidad, Rosa una mujer de principios cristianos veía con buenos ojos que su sobrino estudiara y pues que su casa estaba a su disposición si necesitaba alojamiento, aunque le advirtió de inmediato que no era un lugar muy seguro pero que ella estaría pendiente que no le pasara nada, casi le había leído los pensamientos a Gabriel su tía, pues el eso le quería pedir, un lugar donde alojarse cuando saliera noche de sus clases y no pudiese regresar a casa; con gusto su tía le dijo que lo recibiría en su humilde hogar y que llegara cuando quisiera.

 

Viendo la negativa de Rafael y los permisos para estudiar, Gabriel se sentía desilusionado pues comenzaba un nuevo año y no se veía claro como establecería los horarios para poder estudiar, solo pedía a dios una señal. Esa señal apareció cuando regreso a su casa de trabajar, su madre le dio la noticia que un profesor del instituto donde había estudiado bachillerato había llegado a buscarle y le había dejado un recado de que había una plaza vacante en la institución y que le llamaban a él para ver si quería aplicar a ella, y si podía que se llegara el siguiente día para poder hablar de ello.

Y así fue, Gabriel el siguiente día, a primera horas de la mañana se presentó en su antigua institución de estudio, lo recibió un antiguo profesor de él y coordinador de la especialidad de mecánica general Ricardo Hernández

-          Buenos días profesor

-          Gabriel buenos días, siéntese que gusto de verle

-          Si, el día de ayer llego el profesor Olmedo a mi casa y me dejo el recado que tenían una plaza vacante y si estaba interesado que viniera

-          Efectivamente, el año pasado el Sr Carpio nuestro bodeguero se nos jubiló y necesitamos reemplazo

-          Qué bien y de que consta el trabajo?

-          Cosa sencilla pero delicada, atender a los alumnos en la bodega, entregarles herramientas y recibirlas que es lo más difícil, hacer la limpieza en el taller, en la oficina y limpiar los baños

-          Pues me gustaría

-          Mire Gabriel pensamos en usted porque queremos gente joven, que quiera formarse un futuro, y que quiera estudiar, pues aquí es donde usted puede aprender a ser profesor y a la vez estudiar, hay muchas opciones, tiempo más que todo, y que se le apoyara

-          Gracias eso me gustaría

-          Bueno entonces traiga su curriculum y esperemos la entrevista con el consejo directivo

-          Si lo traeré gracias.

Después de salir de esa oficina, Gabriel sintió que dios le había dado una enorme señal de querer ayudarle en su futuro y que no debería de preocuparse más, pues el arroz ya se había cocinado, y ese mismo día les comento a sus compañeros la oferta y ellos sin vacilar unánimemente le dijeron ahí está tu oportunidad no la desperdicies si te llaman vete y estudia.

Un 16 de enero le llamaron por la mañana a Gabriel del instituto técnico industrial, donde le hacían saber que a partir del 17 de enero se presentara a la institución a laborar como nuevo bodeguero de la especialidad, ya que había sido seleccionado por el consejo directivo escolar, como el más apto para el cargo.