Joseph Octavius Moral Lope

Poema de los recuerdos

La vana esperanza sostienes en tu mano

(como un fuego) de ser el recuerdo

en sus pensamientos esta noche (esa es tu ilusión.)

Sentirá ella el cariñoso filo de tu nombre

entre sus labios. Y una afortunada nube

traerá hacia sus distantes ojos el recuerdo

que te nombra turbiamente. A causa, quizás, por una

gris calle donde fueron tú y ella de la mano

en una tarde sin fecha. O quizás el motivo de que

ella te recuerde sea un color, un reflejo, un endecasílabo,

la tristeza de los días.

Esa esperanza no es cobarde, aunque parezca,

que ella recuerde por un casual descuido

un tiempo (ahora unido a los sueños) donde fue feliz

o creyó serlo (que es lo mismo) a tu lado. No recordará,

como quisieras, ese verso que le diste inspirado en el

romancero de un idioma lejano, ni recordará tu ternura

bajo tus ojos. Rememorará en cambio algo simple,

una expresión que tú no tienes, tu gusto por Borges,

la invitación a cenar que culminó en afrenta, y será

tu recuerdo interrumpido por una urgencia rutinaria

sin que ella lograra extrañarte. Mientras tú caminas

temerariamente con su recuerdo que es una espada

hundida en el pulso y el aliento de cada noche

y cada madrugada.