Héctor Ethos

El movimiento de lo que no se mueve

 

Cae
Todo lo que se mantiene cuando caen las cosas.

 

Cae
Aquello que nos sirve de referencia
para poder comprender que otras cosas están cayendo.

 

Cae
Todo cae, pero no se sabe cómo ni dónde,
porque ya no hay espacios fijos
en los que poder estar cayendo.

 

Caen todas las cosas que existen,
coreografiadamente.
En una apariencia de movimiento constante.
Un desplome que es solo sentido
y nunca termina de efectuarse.

 

Cuando caemos junto a todo lo que existe
es como si permaneciésemos siempre inmóviles.

A veces podemos apreciar signos de la caída:
la degradación de las cosas;
su marchitación, oxidación,
transformación...
Todo se va desgastando o transformando
a medida que cae.
Las cosas de mayor peso lo hacen antes.

 

¿O quizá ello sea solo un recuerdo arraigado
-en la caída constante-
que nos impide percibir
las formas verdaderas
en que las cosas,
conjuntamente,
caen?

 

Si el Universo entero se derrumbara
no lo advertiríamos.

 

El Universo entero puede estar derrumbándose.
En este mismo instante.