Jesús Lantigua

CUANDO POR EL MONTE ANDUVE

 

 

Junto a mi hermosa bahía

navegué hasta el horizonte,

sin apartarme del monte

donde mi asombro crecía.

La pupila bendecía

el verso azul sin la nube.

Impronta hermosa que tuve

una tarde de verano

desde mi suelo cubano

cuando por el monte anduve.

 

Cruza la extensa bahía

la silueta de un velero;

desde el puerto hasta el estero

el paisaje es alegría.

 

Regresé a mis verdes lares

con la sorpresa marcada,

cuando el sol en llamarada

se escondía en los palmares.

Recordaba los lugares

donde con deleite estuve.

Y esa noche me entretuve

dibujando en las pupilas

las aguas que vi tranquilas

cuando por el monte anduve.

 

Cruza la extensa bahía

la silueta de un velero;

desde el puerto hasta el estero

el paisaje es alegría.