Alma Lorenia

¿Celosa yo?....claro que no!

Feliz vivía sin sospecha alguna

de esta enfermedad prisionera

vaya inocencia inoportuna

volcando mi vida entera.

 

Toda mi confianza terminó

cruelmente algo me movió

sus miradas eran esquivantes

amor, ¿quién te ha dado enervantes?

 

Sigilosa me convertí en leona

cualquier movimiento lo registraba

más cuidadosa que una ladrona

Sherlock Holmes no me superaba.

 

Empiezas con delirios serios

buscas sin encontrar justificaciones

te ciegas ante los improperios

empiezan fuertes palpitaciones.

 

La respiración se vuelve agitada

la sangre se agolpa en tu cabeza

la sudoración te hace presa

despídete de la noche espesa.

 

Haces frente al cruel idilio

agrediendo al causante de tu deliro

que con desfachatado cinismo lo niega

caíste, te ha convertido en fiera.

 

Ah!  ingrato pretenso agresor

en que has convertido tanto candor

no sospechaba que tanta dulzura

se convertiría en furia pura.

 

Sin vida por meses enteros

tus días y noches son enemigos

mientras el verdugo de tus suspiros

se mantiene distante entre escuderos.

 

Dicen que es natural cuando amas

que un poquito no hace daño

solo falacias y melodramas

van creciendo por peldaño.

 

Hasta que un día te detienes

me dije, para antes de que te envenenes

yo no soy celadora de este ingrato

tienes que retroceder de inmediato.

 

Existe una medicina milagrosa

y curiosamente es el amor

amor a esta persona maravillosa

que indudablemente está en mi interior.

 

Desde ahora no admito otra cosa

un trato de reina yo espero

si no estás dispuesto caballero

ya habrá quien acepte a esta diosa.