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Que noche tan vil,
que como misil,
entra a mi cuerpo,
y desnudo mi prensil,
y busco tiempo,
para curar la herida,
como que enloquece,
y ya mi vida,
como que merece,
ser feliz,
con la emocion,
sin tener la pasion,
en contraparte,
por tiempo real,
por lo invernal,
de un ocaso de un final,
que llega la vil noche,
con su mirifico silencio,
por los labios,
al dar un beso,
y que vil noche,
gana lo prohibido,
de un oscuro cielo.
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