Luis Pascual Limiñana

MONTAÑERO, HERMANO Y COMPAÑERO

Montañero compañero marchas con alas alzadas

cargado caminas con mochila de la mano aliada

a trepar montañas alzadas, rasgadas y quebradas

con piolet, casco, ochos y arnés, ¡cuerdas amadas¡…

 

Caminas en madrugada ya por sendas marcadas,

atochares ves al paso, tomillos y romeros rozas

despertando aromas matinales, en albas rociadas,

con los pies casi mojados y algún espino clavado…

 

Ya llegas al cortado ansiado y preparas tus garras

para el comienzo del trepado, que con tus agallas

te amarras a la pared rocosa que mana aun callada,

roca creciente que mira al sol naciente fría y caliente…

 

Comienza compañero, trepa y suelta la cuerda anudada,

para subir en rasga quebrada, unidos en cuerpo y alma,

encontrando anclajes en grietas ya usadas de otros antes,

algún matorral colgante y fósiles resaltan de vidas pasadas…

 

Compañero, ya alcanzamos la mitad del abismo, miro al vacío,

aves cruzan con el viento, desde aquí se divisa el lejano sendero,

miradas marcan distancias desde arriba hacia abajo, ya queda poco,

falta el aliento, un respiro y un trecho, aliados seguimos sin rendirnos…

 

Vamos hermano que no de sangre pero si en semejanzas alianzas,

ya casi alcanzamos el alzar de la roca elevada, ya casi no falta nada,

los dedos ya tengo dormidos, los pies no siento, mi cuerpo estremece,

el último aliento, juntos en uno, unidos seguimos como almas alzadas…

 

Montañero hermano la cima alcanzamos, ya respiro el viento curtido,

ya siento el aliento que mana desde lo más adentro, gritamos al viento,

juntos llegamos anclados, aliados a un mismo destino, de valor merecido,

gravamos la llegada con nombres merecidos ya pensando otro nuevo destino…

 

Descendamos la montaña por donde vinimos, qué fácil es camino conocido,

dejemos fácil el ascenso logrado para otros, que ya golpes tuvimos nosotros,

bajamos con espíritu renovado por el logro alzado, sintiéndonos satisfechos,

bajo miramos hacia riba emocionados, colmados por el paso dado alcanzado…

 

Ya volvemos a casa por sendas llanos y barrancos, entre matojos y tochos,

cargados de experiencias ganadas, valores acogidos, aventuras para contar,

ya tengo la historia escrita seguro sale algo mas para amigos hijos y nietos,

que aventura compañero contaras, mira la mía dicha, no te vayas a equivocar…

 

Autor: Luis P. Limiñana

 

Todos los derechos reservados.