GuillermoO

Suicidas

los suicidas tienen las noches

hendidas en la sangre;

así,

antes de ser suicidas,

fueron heridos, 

sabios locos,

niños santos,

y queriendo fugar

fugaron hacia el todo

o la nada.

a qué decir

último beso llorado,

a qué decir

mano extendida  secreto,

flecha voladora

hacia circunstancias imposibles;

a qué decir

volverán los suicidas...

si no vuelven,

si reposan o no

detrás de peregrino manto

o de las amistosas coronas empapadas

por la luz del frío.

a qué decir,

-si ya no regresa-

la costumbre que tienen los suicidas

de anunciar a cada hora su locura;

arde el pecho  lo deshace...,

y a no decir nunca

cuando es el momento de la muerte:

ventana abierta

o unas blancas piedrecillas sobre la mesa de luz...,

y ya está

ya pasó todo.


o comienza.

                                           G.C.

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