Miguel Angel Ortigoza García

LA TEJEDORA Y EL ÑANDUTÍ

Se llama “ñandutí”,

es de finísima urdimbre.

Está tejido en blanco

o en mil colores, talvez.

 

Pequeña aguja que baila

el ritmo de una guarania

arrastra el hilo inocente

y en telaraña lo da.

 

Hojas, flores y avecillas,

astros y pensamientos

son diminutos diseños

de la vida y del andar.

 

En un puñado de ensueños

que acunó la tejedora

hasta nacer primoroso

el hermoso ñandutí.

 

Tejedora paraguaya

del sutil nativo encaje,

Artesana del encanto,

del regalo y la pasión.

 

Mujer de artística entraña,

permíteme que te cante.

Soy un hijo de tu pena,

de tu sueño y tu sudor.

 

Quizás el bello trabajo

de esa niña o esa madre,

Remonte como bandera

de gloria, paz y de amor,

 

Ñandutí siendo su nombre,

Tejedora la artesana,

y mi canto un homenaje

a la mas bella labor.