Carlos Fernando

Poema insulso

Jugos del corazón,

polvos del camino.

Las lágrimas lloradas. 

lluvias son del alma

Recordar y olvidar,

tarea literaria.

Suspiros desvelos,

en copas de brandy, 

libando amarguras

hasta la embriaguez

insulsa, tiempos

displicentes de odios

estériles. Abortos

de ilusiones muertas

tiempos transcurridos.

Estaciones de tren

desiertas, donde un par

de amantes se dicen adiós

para siempre. Sin saberlo.

De qué otra cosa puede

hablar la gente común,

sino de su itinerario

y las incidencias del camino.

Un poema tan extraño

como este, surge

en los reversos del alma.

Porque al final se aprende

a olvidar los recuerdos.