El paisaje de un triste es el mismo no varía,
el corazón roto que por mas intentos no sana,
las horas muertas que no reviven,
sueños desaparecidos por tantos intentos sin logros.
Son ese gran paisaje que en vez de poseer luz,
hermosos arboles y brisa que alimente el alma y cure heridas,
solo tiene paredes blancas,
espejos en los cuales solo se refleja esa soledad
inmensa que con ruidos dañinos
alimentan cada día más el paisaje de un triste...
Te entraste en mi corazón de una manera
que el día que me toque sacarte no sabré como hacerlo,
se me alargaran las noches y se acortaran los días en busca del olvido deseado,
y sé que no encontrare respuesta; el olvido se convertirá en mi enemigo
y tu recuerdo seguirá perturbando mi alma, mi miel, mis labios, mi vida...
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Autor: Maythe Severino
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