Poeta sin alma

Al muerto las coronas...

Para que venimos a llorar al panteon

si ayer a ese frío cadaver lo ignoramos

ahora flores, llantos y sermones

ayer, peleas, groserias y sinsabores.

Somos unos hipocritas ante su tumba

lloramos lo que ayer maldecimos

ignoramos al que hoy yace caído

en el feretro que resguarda sus restos.

El ya no nos escucha, ni sonrie o reclama,

es un rostro seco, parco e inneherente,

ya no tiene dolor o duda, no se rie o llora,

es solo un pedazo de carne que se pudre

segundo a segundo, mientras le lloramos,

que diferente hubiera sido si ayer,

en lugar de llorarle, le hubieramos sonreido.