A. Cuenca

Solo faltas tu

Cada vez que intento levantarme, tu desamor me empuja hacia abajo;

y lentamente me voy hundiendo frente a tus enojos y tu desencanto.

Sonreír me cuesta mucho, reírme sería falso,

y aunque intento conquistarte, tu amor se ve muy distante y me voy quebrando.

 

No hay un día en que falte alguna lágrima;

la tristeza invade mi alma; me siento viejo pero no sabio,

aún me desentiendo y no puedo con este trago amargo.

Estoy siendo empujado al lado luminoso de mi alma,

peligrosamente lejos de lo que la gente le llama vida…

hermosamente cerca de la paz eterna…

 

¡…y a veces lo quiero todo!

…cuando creo poder contigo disfrutarlo;

pero me doy cuenta que ya no estás mas a mi lado…

y entonces nada quiero, porque deja de existir en mi, el autoengaño.

 

Entiendo que amarte fue un pecado, que hoy estoy pagando caro,

y duele mi tiempo en vano, cuando inútilmente quiero ocuparlo.

…es ahí que me doy cuenta, que para tí, ya poco valgo.

 

Nuestros hijos del nido a diario vuelan, ¡libres!

…Solo me despido y me quedo solo, y me lleno con el corazón vacío.

…falta mi compañera, aquella que quedaría,

luego de ver juntos con orgullo el despegue, esperando el retorno diario.

 

…y faltas tú; y se va la vida, y con ella mis mas preciados sueños,

…y faltas tú; y la vida se torna en pesadilla,

…y faltas tú; y quien diría que sin ti, yo lentamente muero.

Y faltas tú; y aunque todo creía tenerlo…

Faltas tú…solo faltas tú.

Amilcar Cuenca.