Hoy tenía entre mis dedos mil caricias,
mi mente y alma anhelaban compartirlas,
no te encontré, busqué, pero no te vi.
Sintiendo tanto calor entre mis manos,
las mil tiernas caricias, se derritieron,
no te encontré, miré, pero no te vi,
Se escurrieron, las caricias entre mis dedos,
se fusionaron, con las olas, las arenas,
y otro tanto, se fueron, con el gran silencio.
Tú, si nadie te toca esta noche, no llores,
no te vi, te busqué, más nunca te encontré,
es que las olas, no retornan las caricias.
Arenas, las han absorbido con su sed,
el gran silencio, ha marchado con ellas, lejos,
tú, si nadie te toca esta noche, no llores.
No se, mi amor, si nacerán más caricias,
o tal vez, yo, me fusione entre las olas,
tal vez, viaje muy profundo en las arenas,
No se, tal vez sea el silencio el que me lleve,
y me vaya contando, todas mis caricias,
tal vez, me esconda nuevamente entre tus besos.