gaston campano

Argollas amarillas

En una caja pequeña

de blanca seda forrada

un par de argollas amarillas

dormían acurrucadas

de los fríos años pasados

como muertas encerradas.

Un solitario genio escuchaba

la animada conversación,

te acuerdas con la emoción

que nos fueron colocadas

Dando fé de ese amor.

Recuerdo los paseos

que anduvimos juntas,

él con cara sonriente

ella solo de él pendiente.

Cuantos años de esos 

dedos agradecidos,

cuantos sueños fundidos

en nuestros cuerpos presentes,

admiradas por tanta gente.

Y ahora entre sedas desoladas

de una caja cerrada

sin estar nuestros dueños

dormimos juntas el eterno sueño