Esteban Mario Couceyro

Carta de amor

Amada mia.

La distancia, hace que mis palabras tengan la libertad de la naturaleza.

Ella irrumpe con fuerza espontánea, sin explicaciones, solo algunos sabios necios elaboran tesis a cada uno de sus actos, yo no tengo explicación posible.

Recordaba que una gaviota me contó, que las miradas tristes se van tras las nubes a llorar, sobre la tierra seca y en estas cavilaciones estaba, cuando te encontré la última vez.

Personalmente vi como las flores empalidecían a tu paso e ignorabas tal maravilla, mientras te alejabas.

Entonces mi alma  acongojada en la medida de tu ausencia, me dicta estas letras confusas de amor. Cuál es el sentido de la vida, si solo te veo pasar, sin que puedas comprender, cual es mi oportunidad de estar en tu camino.

Por eso hoy te escribo enamorado, imaginando tu cuerpo a contraluz, entre mi deseo y el abismo, solo nuestras manos pueden salvarnos pero no advierto gestos.

Desespero por tu contestación, espero como una gota tras otra fatal especulación vana, esperanza medida en tiempo, necesidad agobiada, ansiedad comprimida, desesperación acumulada, en pos de tu amor.

 

Quien te ama