Sé que vienes de nuevo a mí
aunque no quiero volver a verte.
Vienes imponente, seductora,
sin preguntar si quiero o no quiero.
Con tu aliento esotérico
me sacas de mis cabales.
Yo me resisto, pero tu magia
¡tu magia! Es más fuerte que yo.
Me hechizas, me embrujas
y no sé dónde estoy ¿Dónde?
Volando en una quimera,
flotando en un castillo de arena.
Controlas mis íntimos deseos,
ya no soy yo, eres tú en mí.
He querido dormir –es inútil-
aunque despierto sigo soñando.
¡Basta ya, tengo una vida!
Al menos eso quiero pensar;
me imagino que por fin te vas,
pero luego vuelvo a la realidad.
“Hasta eso es muy relativo”
he pensado de mis motivos.
He pensado tantas cosas, heme aquí
tratando de controlar lo que pienso.
¡Detente por favor! No sigas.
No dibujes más figuras etéreas,
sabes que respiro de ese humo,
de ese humo que dibujan tus manos.
No me persigas. La paranoia.
El delirio de ser importante para ti.
Todo eso es ilusión, confusión;
Soy solo el motivo de tu diversión.
Es una locura que odio, que amo,
es irracional, no tiene ningún sentido.
Invades mis sentidos y te escucho,
me hablas aunque no estás ahí.
Despierto de tu psicosis
y me doy cuenta que no estabas.
Quedan solo recuerdos, sentimientos
y un cuarto desordenado ¡Insensata!
Asherom