Murialdo Chicaiza

TIEMPO DE VERANO

 

Mi alma transida en los atardeceres de verano

ve morir otra tarde

como deben morir los ocasos en algún universo

inutilidad de penumbras

rastrojos que saltan en mil chispas.

 

La tierra en paz yace verde aún

verde en todos los matices

maravilla en verde

lejanía en pardos y azules

cañadas que se quiebran en sombras

azules tiranías, ecos callados.

 

La fiesta de luz termina, el estío en llamas

se apaga en un torrente de briznas

mi corazón no descansa

es un animal manso

que no puede salir de su prisión.