Carlos Leobardo Segovia Gutierrez

¡Obsesión!...

 

Hoy...Hoy quiero hablar...De ¡Obsesión!.

 

Esa que es como el agua agitada...

Esa que delira incrustada entre la sabana de la pasión...

Esa virtualmente destrozada por el enamoramiento,

que camina por la senda de un \"Te Quiero\" y \"Aquí estoy\"...

 

Hoy...Quiero hablar de ¡Obsesión!...

De esa que se desborda como ceta recién cortada,

esa que alimenta los limites que hay entre el deseo y la atracción..

Esa que camina triste...Sola y abnegada,

queriendo salvar, lo que creé...Es el Amor...

 

¡Obsesion!...

 

Destructiva, fiera, incasable e incandescente,

cual lampara aniquilante y atrayente,

de polilla que se acerca a su destrucción...

De calor extremo y frío etéreo,

que subsiste ante todo y todos...

Solo por ser inspirada por los bajos ímpetus...

Del corazón...

Si...Del corazón malsano, 

de ese que sostiene al cuerpo como al mantis macho,

que yerto y decapitado, aumenta el ritmo de su aspiración.

 

Hoy vine a hablar y estoy gritando...

Pues es un grito intenso tan solo hablar...De ¡Obsesión!...

Tan solo hablar de este acto,

pues no es sentimiento...

Es y sera siempre...Prisión...

Manicomio...Maldito terreno de injuria y dolor...

Sabor de sicuta envuelta en pecado,

envenenando al cuerpo y a toda clara visión.

 

¡Obsesión!...

 

Cuerda de ahorcado y refugio sagrado,

de aquel que siempre amante sincero, un dia se creyo...

 

¡Obsesión!...

 

Clavo de féretro dispuesto a enterrar...

Tierra de muertos, en panteón colonial...

Esta descripción te queda...Tan bien...

Mas no te define aunque distante yazca la fé...

 

¡Obsesión!...

 

Cerbero del Tartaro, Caronté ambicioso,

de mil descripciones de lo que se denomina infierno,

displaciente de lo que jamas fuera amor...

Crujír de hierro candente para marcar bestia,

con dolo y sin remorder la conciencia de aquel que hoy marco.

 

Eso...Eso eres tu...¡Obsesión!...

Te tragas enteros millones de sueños

y esperas desesperada al amor...

Que jamas llega porque blandes tu espada,

creyendote aún que con sangre de ciervos

y negras entrañas, lograras un día creer ser amada por redención.

 

Eso...Eso eres tu...¡Obsesión!...

Eso...Eso te define sin ser concesión...

Sin ser beso robado o dulce suspiro de carta de amor...

 

Hoy...Hoy vine a hablar de \"Obsesión\"...

Y ya dije bastante pues mi refulgente deseo,

sobre creer en la misma, me trae como reto,

abolirte de aquí...

Destruirte de ahí..

Donde nace el deseo...

Y muere por dentro la nostalgia fugaz,

de lo que se creía...Amor.

 

Hoy...Eres \"Obsesión\"...

Mañana...Mañana no creas inutil,

que seras...\"Amor\".

 

Carlos Leobardo Segovia Gutierrez