Ella,
una mujer sumisa, frágil,
con pocos sentimientos;
harta de las peleas,
problemas y discusiones con Él...
Simplemente una mujer hueca...
Él, un hombre que entre el ir y venir
y su obseción por el trabajo,
lo alejan día a día de Ella...
Meses fuera y pocos días
al lado del objeto que era llamado \" esposa \"...
Hasta que cierto día,
aparece Aquél,
un hombre,que le fue dando poco a poco
lo que a Ella le hacía falta,
le dió atención, cariño,
la llenó de detalles
y así, con el paso del tiempo
se fue ganando su corazón...
Ella se dejó llevar,
se entregó a Aquél
y juntos crearon una burbuja,
donde nada ni nadie pudiera entrar...
Para ellos no existía el tiempo,
y lo más importante,
revivió en ella
todo lo que en esos momentos
para ella ya estaba muerto...
La ilusión de vivir,
recuperó sus sentimientos,
sus amaneceres eran diferentes,
puesto que, la sola ilusión de despertar
y saber que había alguién
a quien le importaba
la volvía la mujer más felíz del mundo...
Aquél, que no hizo más que amarla,
y hacerla sentir la mujer más especial,
la mujer por la que podía dar hasta la vida misma
de ser necesario...
Se enamoró...
Pero llegó el día,
donde hubo que poner los pies sobre la tierra
y pensar, que por las circunstancias,
todo ese mar de promesas e ilusiones
que juntos habían planeado,
eran imposibles de cumplir,
Ella no dejaría por cobardía
lo que con Él tenía
y Aquél que no hizo más que darle amor,
un amor puro y sincero,
se tenía que alejar para siempre de su vida...
Hoy, cada quien vive su vida
y Ella con el recuerdo de un amor,
vive sus días hundida en tristeza,
añorando en otra vida volver a saber de Aquél....
De Aquél amor que llevará en su corazón
por el resto de su vida...